Wednesday, January 02, 2013

Prosigue la “MISIÓN JOVEN” en enero en la Diócesis de Zárate-Campana.

POR SEGUNDA VEZ EN LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y SAN FRANCISCO DE ASÍS

Como sabemos, la “misión joven” uno de los ejes evangelizadores de la diócesis de Zárate-Campana, en razón de lo cual se ha procurado precisar la integración de los distintos aspectos pastorales en la dimensión de la Gran Misión Continental, a la que ha lanzado a la Iglesia en América Latina la Conferencia de Aparecida, y asimismo a “la dimensión misionera de toda la pastoral”, tema que Mons. Oscar Sarlinga recuerda como elemento fundamental, y condición de la “misión permanente.
Ya nuestro Obispo nos había dicho en su Carta pastoral en el XXXV Aniversario de nuestra diócesis de Zárate-Campana, el día de la Transfiguración del Señor de 2011, que “La Misión continental tuvo inicio en nuestra diócesis el 9 de mayo de 2009, día en que hemos celebrado las fiestas patronales diocesanas (…) y, como acontecimiento profundamente marcante, la consagración de la diócesis al Sagrado Corazón de Jesús, irradiante de Amor y de Misión. Nos encontramos muy contentos de la asunción convencida y profunda del espíritu de la misión en los corazones de los sacerdotes, diáconos permanentes, religiosos, religiosas, seminaristas, y laicado”.
Durante esos días de evangelización y misión en los barrios de la parroquia de Ntra. Sra. de la Paz y San Francisco de Asís, los jóvenes misioneros están acompañados por los sacerdotes de la delegación de pastoral de Juventud, por el párroco (y delegado de las misiones) el Padre Gabriel Micheli, y los seminaristas Francisco Liaudat, Pablo Villalba, Carlos Alonso, Agustín Lopez, Matías Figueroa, Matías de Jesús Ríos y Elías Duff.
El alojamiento es brindado por las instalaciones de la Escuela N°3 del barrio de Carabassa, donde una de las aulas fue transformada en oratorio. Los distintos sacerdotes, como todos los años, se hacen presentes en algunos días de la misión, para compartir diversos momentos y celebrar la misa de la Epifanía, y también la del Bautismo del Señor.
Como de costumbre, el primer día, el grupo misionero tiene un retiro de silencio, donde pudieron tener un encuentro personal con el Señor, reflexionar sobre el llamado de Jesucristo a estar con Él y llevarlo a los demás, en el gozo de evangelizar. Al iniciar cada día, se realiza la Adoración Eucarística y el rezo de Laudes, uno de los momentos fundamentales de la misión, en donde los misioneros pedían a Nuestro Señor el poder ser dóciles instrumentos en sus manos.
Luego del desayuno, los jóvenes visitan las casas de familia del barrio, llevando la Buena Nueva a través de diálogos, oraciones y canciones que realizaban junto con las familias misionadas. Informaban acerca de las actividades la Parroquia de jurisdicción, sobre la posibilidad de recibir los sacramentos y las actividades que iban a efectuarse durante la semana misional.
Por las características de los barrios, los primeros días se efectúa la visita misional por la tarde también, y a partir del miércoles un grupo de misioneros empieza a trabajar con los niños de la zona, a los cuales, a través de dinámicas y juegos se les enseña la catequesis. Otro grupo se dedica a los jóvenes, con quienes se puede llevar a Cristo a través de pláticas, encuentros y meriendas, con una respuesta de ellos muy positiva, e incluso enriquecedora tanto para los misionados como para los misioneros. Luego comienza la actividad con los adultos oportunidad en la cual los misioneros pudieron enseñar y profundizar conocimientos sobre los sacramentos, acercarse a la Palabra a través de Lectio Divina, dar pláticas pre-bautismales y ayudar a que todos puedan encontrar un lugar dentro de la Parroquia en tanto “Casa y Escuela de comunión”.
Para una profundización acerca del espíritu que anima a la misión joven, véase:
18 de Octubre de 2012
Queridos compañeros en el ministerio con la juventud,
El Santo Padre recién inauguró el "Año de la fe", a los 50 años de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, en el marco del Sínodo sobre la Nueva Evangelización. Es un año para centrar de manera especial nuestra vida en Jesús, quien "inicia y completa nuestra fe" (Hb 12, 2), al dar cumplimiento a las Escrituras y ser su intérprete definitivo.
El logotipo oficial arriba nos presenta un campo cuadrado, enmarcado, que representa simbólicamente una barca -imagen de la Iglesia- en navegación sobre olas apenas insinuadas gráficamente, cuyo árbol maestro es una cruz que iza las velas con signos dinámicos que realizan el monograma de Cristo. El fondo de las velas es un sol que, asociado al monograma, hace referencia también a la eucaristía... Repito aquí unas palabras del mensaje de Benedicto XVI al lanzar el Año de la fe, para que animen nuestro ministerio con los jóvenes:
Jesucristo, consagrado por el Padre en el Espíritu Santo, es el verdadero y perenne protagonista de la evangelización: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres" (Lc 4, 18). Esta misión de Cristo, este dinamismo suyo continúa en el espacio y en el tiempo, atraviesa los siglos y los continentes. Es un movimiento que parte del Padre y, con la fuerza del Espíritu, lleva la buena noticia a los pobres en sentido material y espiritual.
La Iglesia es el instrumento principal y necesario de esta obra de Cristo, porque está unida a Él como el cuerpo a la cabeza. "Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo" (Jn 20, 21). Así dice el Resucitado a los discípulos, y soplando sobre ellos, añade: "Recibid el Espíritu Santo" (v. 22). Dios por medio de Jesucristo es el principal artífice de la evangelización del mundo; pero Cristo mismo ha querido transmitir a la Iglesia su misión, y lo ha hecho y lo sigue haciendo hasta el final de los tiempos infundiendo el Espíritu Santo en los discípulos, aquel mismo Espíritu que se posó sobre él y permaneció en él durante toda su vida terrena, dándole la fuerza de "proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista"; de "poner en libertad a los oprimidos" y de "proclamar el año de gracia del Señor" (Lc 4, 18-19).
Ahora con espíritu de colaboración y esperanza, ponemos en sus manos un recurso bilingüe — en español y en inglés— para ayudar a que los jóvenes vivan el Año de la fe con devoción, intensidad y ánimos renovados. Pueden descargar el recurso en español o en inglés al hacer clic en el logotipo correspondiente arriba.
Este recurso ha sido elaborado con mucho cariño, creando distintos tipos de actividades para que este Año de la fe fructifique en la vida de nuestra juventud católica. Así, con la fe enardecida y fortalecida por el Espíritu Santo a través de la reflexión y la oración, podrán asumir con más pasión su rol de discípulos misioneros entre sus compañeros.
Que María, nuestra Madre, nos ayude a poner en práctica la exhortación del apóstol Pablo: “La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente… Todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”(Col 3, 16-17). Amén.

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