Thursday, June 25, 2009

MENSAJE DEL OBISPO CON MOTIVO DEL INICIO DEL AÑO SACERDOTAL CONVOCADO POR EL SANTO PADRE

Image Ciudad de Campana
El viernes 19 de junio fue abierto solemnemente en la diócesis el Año Sacerdotal en la iglesia catedral de Santa Florentina por parte de nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga, quien pidió a los curas párrocos que lo hicieran en sus respectivas parroquias. La misa fue celebrada a las 19.
El Obispo destacó la convocación del Año Sacerdotal por parte de S.S. Benedicto XVI, el ejemplo del Santo Cura de Ars, así como se refirió a algunos puntos de la carta del Papa a los sacerdotes.
Entre otras cosas, señaló que este Año de gracia para los sacerdotes coincidirá hasta el 29 del corriente con el Año Paulino Jubilar, y que esto tiene mucho que ver con el centro irradiador del dinamismo evangelizador que se espera de todo sacerdote.
Al mismo tiempo hizo una referencia especial al sentido de la "fidelidad" en la Biblia y particularmente en los salmos, expresando que tiene una significación en común con "verdad", "lealtad" y "amor", siendo una cualidad de Dios mismo (por ello "fidelidad de Cristo") y una cualidad del fiel (por esto: "fidelidad a Cristo") haciendo así alusión al lema propuesto por el Santo Padre para este Año.
A continuación ofrecemos el mensaje del Obispo:





2009-2010

Queridos sacerdotes,
Queridos hermanos y hermanas todos de esta diócesis de Zárate-Campana. El lema señalado por el Papa para motivar a una vivencia profunda del sacerdote a lo largo de este tiempo es: “FIDELIDAD DE CRISTO, FIDELIDAD DEL SACERDOTE”. El día 19 de junio, celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Un servidor lo hará en la iglesia catedral de Santa Florentina, en Campana, junto con los sacerdotes de la misma catedral y del Obispado. Cada uno de los sacerdotes lo hará en sus respectivas parroquias, o en las iglesias adscriptas a sus respectivos movimientos o asociaciones de fieles. El Santo Cura de Ars, puesto como modelo de sacerdote por el Santo Padre, intercederá en todo momento por nosotros.

Para nuestra diócesis, a la que hemos consagrado solemnemente al Sagrado Corazón de Jesús el 9 de mayo próximo pasado, esta fiesta adquiere una relevancia especial, pues nos convoca como Iglesia particular, en unión con la Iglesia universal a vivir el infinito amor del Corazón del Hijo de Dios, que nos da a conocer plenamente al Padre, porque “Él (Jesucristo) con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobre todo con su muerte y gloriosa Resurrección, con el envío del Espíritu de la verdad, lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con testimonio divino”(1). Es la ocasión propicia para pedir a Dios, con gran confianza, con amor filial: «SEÑOR SANTO Y FIEL, DANOS LA GRACIA DE LA FIDELIDAD», porque todo lo bueno y santo lo tenemos de su gracia y de nuestra aceptación, a la manera como San Pablo nos dice: “Por la gracia de Dios soy lo que soy” (1 Cor. 15,10). Casi al término del Año Paulino Jubilar, con multitud de gracias recibidas, pedimos particularmente el don de vivir nuestro sacerdocio con alegría, renovada esperanza y espíritu evangelizador, siendo lo que somos, sacerdotes de Jesucristo.

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I
EL SACERDOTE VIVE DEL CORAZÓN DE CRISTO

El Corazón de Cristo es signo del gran amor que Dios tiene por todos nosotros. Es fuente de conversión. Recibir «juntos» ese don, requiere de conversión porque la unidad no se da sin conversión de los corazones. Rogamos que, contemplando el Rostro de Cristo, sea para nosotros fuente de conversión pastoral, porque “(…) el corazón humano se convierte mirando al que nuestros pecados traspasaron”(2).

Sin Corazón de Cristo no hay dinamismo evangelizador. El dinamismo de la evangelización se alimenta de la acogida del Evangelio como Palabra que salva, de la Presencia vivificadora de Jesucristo, en el Espíritu, de la Presencia y acción de su Cuerpo, que es la Iglesia. Aunque sea algo que ya sabemos, dejemos entrar en el corazón nuestro, todavía más que en nuestra mente, lo que significa: «Eucaristía, Fuente y Culmen». En nuestro Plan Pastoral así lo hemos asumido: “De todo ello, la EUCARISTÍA es la plenitud. El mismo Señor dijo: "Yo soy el pan de la Vida" (Jn 6, 35). Y Eucaristía dice relación estrecha con caridad, vida cristiana efectivamente vivida, en lo personal y como Iglesia. Nuestro Papa Benedicto XVI, en «Sacramentum caritatis», hizo esa relación fundamental (…) con (…) Deus caritas est". Por esto, la «Sacramentum caritatis», iluminadora para nosotros y nuestro Plan pastoral, posee (…) una visión en la cual "la celebración eucarística aparece aquí con toda su fuerza como fuente y culmen de la existencia eclesial"”(3).

No ignoramos el obrar de males y obscuridades en nuestro derredor (los cuales, quizá, algunas veces hagan triste acto de presencia también dentro de nosotros). Pero Dios que se hizo Hombre ha vencido todo mal, no hay obstáculo que se contraponga a su gracia, si somos dóciles a Él, que es el Señor. El Santo Padre nos lo afirma también: “A pesar del mal que hay en el mundo, conservan siempre su actualidad las palabras de Cristo a sus discípulos en el Cenáculo: "En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo" (Jn 16, 33). La fe en el Maestro divino nos da la fuerza para mirar con confianza el futuro”(4).

La esperanza y la confianza no defraudan. Lejos de una mirada rutinaria que puede nublar nuestros ojos, lejos también de cierta desconsideración, que puede obnubilar, será la virtud de la humildad la que nos ayudará a ensanchar el corazón y la mente y nos moverá a hacer un «espacio profundo» dentro de nosotros mismos, a los fines de «recibir en la escucha» lo que el Espíritu nos dice, a través de quienes hacen sus veces, en la convocación de este providencial Año Sacerdotal. El Señor es fiel; si somos dóciles a Él, nada nos quitará la fuerza para mirar con confianza la realidad de nuestro ministerio y la sed de Dios de nuestro pueblo. El sacerdote vive del Corazón de Cristo. Se trata de purificar nuestro espíritu, en absoluto desde el miedo, sino desde el «temor de Dios», que es Don del Espíritu Santo, y desde el Don de la «piedad» en su sentido más pleno.

Temor de Dios, y piedad, ¡tan relacionados con la virtud teologal de la esperanza!.

II
SACERDOTE DE CRISTO PARA LA EUCARISTÍA EN UNA NUEVA PRIMAVERA


El Año Sacerdotal está llamado entonces a contribuir a la intensificación de la verdadera identidad sacerdotal y de los medios que la alimentan. Como lo hemos dicho, en la verdad y desde la humildad: “Porque todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado” (Lc. 18, 14). El sacerdocio es un Don que hemos recibido, para darle gloria al Señor, por el bien de su Pueblo que es la Iglesia. San Pablo nos dice: “Qué tienes que no hayas recibido?” (2 Cor. 4,7).

En la solemnidad del Sagrado Corazón queremos renovar el carisma recibido, el Don que Jesús nos entregó en el momento de su muerte: su Cuerpo y su Sangre, don entregado como pan de vida bajado del cielo: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo” (Jn. 6, 51).

La Iglesia hace la Eucaristía. La Eucaristía hace la Iglesia. Renovar y dar nuevas fuerzas a nuestro sentido eclesial será también una gracia. Más que «autorreferencia» se trata de profundizar en identidad y misión. La Eucaristía es el sacramento de la comunión cristiana; es el sacramento de la comunión, que realiza la unidad de cada uno de nosotros con Jesucristo, y, por tanto, obra el misterio de unidad entre nosotros, como comunidad participante del único Pan: “Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan”, nos dice San Pablo (1 Cor. 10,17). Como diócesis, venimos trabajando el valor de la comunión y de la misionariedad como ejes de nuestro caminar como Iglesia. Precisamente, qué don precioso sería comprender también vivencialmente que la Eucaristía es el sacramento de la comunión y de la misión, una Eucaristía celebrada y vivida, una Eucaristía que hace que nuestra vida sea transformada, en la justicia, paz y gozo en el Espíritu.


Hay situaciones muy difíciles, es cierto. E incluso, a veces, casi abrumadoras. Veamos esperanza. Si lo pedimos con confianza, el Señor nos dará una nueva primavera de la misión sacerdotal, y una nueva primavera pastoral. Como el amor es difusivo de sí mismo, será éste un Año para redescubrir la belleza y la importancia del sacerdocio y de cada sacerdote, y para rezar y trabajar sin descanso por el aumento, perseverancia y santificación de las vocaciones sacerdotales, como lo pide el Señor en el Evangelio: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha” (Mt. 9, 37-38). Ya hemos visto un resurgir de las vocaciones sacerdotales.

El Papa Benedicto XVI ha querido “(…) invitar particularmente a los sacerdotes, en este Año dedicado a ellos, a percibir la nueva primavera que el Espíritu está suscitando en nuestros días en la Iglesia, a la que los Movimientos eclesiales y las nuevas Comunidades han contribuido positivamente”(5).


III

TESTIMONIO EVANGÉLICO EN LA VIDA SACERDOTAL, UN SIGNO DE LOS TIEMPOS

En la actualidad, diría, cual signo de los tiempos, necesitamos que los sacerdotes, con su vida y obras, manifiesten ante el mundo un auténtico testimonio evangélico, como nos refiere el Papa, recordando las palabras de un predecesor suyo: “Pablo VI ha observado oportunamente: "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escucha a los que enseñan, es porque dan testimonio"”(6). El llamado lo recibieron los Doce de parte de Jesús para que estuvieran con Él (cf. Mc 3, 14), aprendieran de Él, bebieran de sus palabras y vieran sus obras y su testimonio. Fue después de ello cuando los mandó a predicar. La carta del Papa llama también a los sacerdotes en nuestros días a asimilar el "nuevo estilo de vida" que el Señor Jesús inauguró y que los Apóstoles hicieron suyo”(7). Es el centro irradiador del testimonio.

De dicho centro irradiador proviene la misión del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contemporánea, en su misión en el culto divino, como evangelizador y dinamizador de la vida eclesial. Cual prolongación y «sacramento» de Jesucristo, el Buen Pastor, el sacerdote ha de vivir su misión desde su espiritualidad sacerdotal, basada ésta en la vida interior y del ejercicio de las virtudes sacerdotales, del sentir con la Iglesia y de la corresponsabilidad asumida en la caridad pastoral. Desde este centro de nuestra misión veremos con renovada luz el valor inmenso del celibato sacerdotal, como lo decimos también en nuestro Plan: “Reafirmamos en nuestro Proyecto pastoral nuestra convicción en el motivo central del celibato como la entrega a Cristo y con él a la Iglesia, y constituyendo al mismo tiempo una forma de caridad pastoral que se hace consagración total y testimonio escatológico ante los hombres, bases muy sólidas para vivirlo gozosamente en la plenitud, como valor positivo del amor” .

Fidelidad de Cristo. Fidelidad a Cristo. Fidelidad a la Iglesia. En la Biblia, fidelidad, amor y verdad se identifican.

Este Año sacerdotal es Año de bendición. Que sea verdaderamente nuestro asumido programa de vida. Con la ayuda de la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Y la intercesión piadosa del Santo Cura de Ars.


+Oscar D. Sarlinga


18 de junio de 2009

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1.CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, Nº 4.
2.CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, Nº 1432.
3.OBISPADO DE ZÁRATE-CAMPANA, «Plan Pastoral diocesano», en www.obzaratecampana.com.ar
4.BENEDICTO XVI, Carta del Papa Benedicto los sacerdotes, en http://www.aica.org/index2.php?pag=2009aniosacerdotal). En adelante, «Carta del Papa…»
5.BENEDICTO XVI, «Carta del Papa».
6.BENEDICTO XVI, «Carta del Papa».
7.Cf BENEDICTO XVI, «Carta del Papa…»
8.OBISPADO DE ZÁRATE-CAMPANA, «Plan Pastoral Diocesano», en www.obzaratecampana.com.ar

Thursday, June 18, 2009

FIESTAS PATRONALES DE SAN ANTONIO DE ARECO EN LA FESTIVIDAD DE SAN ANTONIO DE PADUA

La tradicional ciudad de San Antonio de Areco (llamada precisamente, cuna de la tradición argentina), perteneciente a nuestra diócesis de Zárate-Campana celebró como todos los años con gran participación popular sus Fiestas Patronales. El sábado 13 de junio el Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga asistió a dichas las fiestas en honor del santo patrono, San Antonio de Padua, con características cívico-religiosas.


La iglesia matriz, de espléndido estilo neo-clásico (enteramente restaurada y que es monumento nacional), pertenece al Obispado de Zárate-Campana, y forma parte de un conjunto arquitectónico de época del 1800 a 1890 que hace de la ciudad una joya de valor cultural y turístico. La parroquia está confiada por el Obispo confiada a los Padres Palotinos (Sociedad del Apostolado Católico), por acuerdo de 6 años. El actual cura párroco (quien ejerce su misión desde 2006) es el P. Santiago Whelan, S.A.C. Luego del izamiento de la bandera, y el canto del himno nacional, con las autoridades locales y representantes de todos los colegios, tuvo inicio la procesión con la imagen del Santo, alrededor de la plaza central, hasta concluir en el atrio de la iglesia donde fue solemnemente recibida por Mons. Sarlinga y los sacerdotes, el P. Santiago Whelan, el P. Tomás O’Donnell (delegado provincial de los PP Palotinos), el P. Fernando Bello, el P. Nestor Morón y los sacerdotes de Vagues de la Orden de los Camilos.


EL SANTO PATRONO


Mons. Sarlinga recordó en su homilía que San Antonio nació en Lisboa (Portugal) en 1195 y que a los 27 años se convirtió en fraile franciscano, habiendo tomado el nombre de Antonio, en recuerdo de San Antonio Abad. Destacó el Obispo que su primera vocación fue ir a evangelizar al Africa, pero el clima y el trabajo lo enfermaron, y luego de haberse embarcado a España una tempestad lo llevó a Italia, donde estuvo un tiempo predicando, y también en Francia, en tiempo de los albigenses. Al final, continuó el Obispo en su homilía, fijó su residencia en Padua, ciudad universitaria donde su predicación hizo un bien enorme, especialmente desde la conversión de los corazones y la consiguiente conversión o cambio de la sociedad de su época, al punto que adquirió una fama inmensa. León XIII –dijo- lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y su devoción se encuentran por todas partes. Continuando con la semblanza del Santo, dijo Mons. Sarlinga que San Antonio de Padua repetía a menudo que el gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree. Recordó también que el santo murió el 13 de junio de 1231, a los 35 años.


Desde el punto de vista de vivir conforme a lo que se cree, el Obispo hizo referencia a la necesidad de una regeneración profunda, desde la fe y desde la conversión, de la sociedad en la que vivimos, e hizo una relación con la Colecta Nacional de Cáritas, recordando que la cristiana caridad no tiene que ver directamente con la limosna, sino que es dar, compartir, asistir (cuando ello es necesario) y sobre todo emprender una promoción humana integral. Hizo también relación a las líneas pastorales de Cáritas para el sexenio y la importancia de propiciar la acción de las Cáritas parroquiales y una renovación de la relación estrecha entre evangelización y promoción humana.


De la misa, de la que participaron la Sra. Intendente, el senador provincial, numerosas autoridades y gran cantidad de fieles, se pasó


Dentro de los festejos patronales destacaron, por la tarde, un importante «encuentro coral», a saber, del Coro St. Gregory´s College (de Vicente López), el Coro de Madres del Río de la Plata (de Buenos Aires) el Coro de la Catedral de San Isidro y el Coro del Club Náutico de San. Estos 2 últimos coros se unieron para interpretar la Misa Criolla (de Ariel Ramírez) en versión completa, con músicos y solistas vocales invitados.
Por la tarde hubo también presentación de Usos y costumbres y Encuentro literario con la Asociación de Escritores de San Antonio de Areco.


El domingo 14 tuvo lugar la 10ª Fiesta Patronal del pueblo de Duggan, Declarada de Interés Turístico Provincial. Duggan, “Pueblo de labradores” se preparó con sus distintas fuerzas vivas para recibir a los participantes con una gran celebración en homenaje a su Santo Patrono, San Antonio y fiestas camperas.

Tuesday, June 09, 2009

PENTECOSTÉS EN LA COMUNITA CENACOLO

En una jornada digna de conmemorar la venida del Espiritu Santo, se celebró el 31 de Mayo la solemnidad de Pentecostes en la Fraternidad Ntra Señora de Luján de la Comunita Cenacolo. Después del mal tiempo del sábado contra todo pronostico el Señor hizo brillar un sol que fue levantando el día y el ánimo de todos los presentes. Alrededor del mediodía comenzaron a acercarse las familias, amigos y benefactores de la Comunidad en Argentina. La jornada empezó como de costumbre cantando, bailando y alabando al Señor de la Vida y poniendo la fiesta que empezaba bajo el manto de la Virgen de Lujan que fue entronizada en el escenario central despues de una breve procesión de la que participaron también algunos miembros de la congregación de los Discípulos de Jesús. Después de un saludo de bienvenida se sirvió un almuerzo para compartir con las familias y conocer nuevos amigos en la Fe.


A las 14:00 hs con unas canciones se congregó toda la comunidad en el escenario para compartir un momento de Adoración Eucaristica donde cada una de las nacionalidades a las que pertenecen los miembros de la Fraternidad (actualmente 37 muchachos de 10 nacionalidades distintas) fue presentada a Dios con una oración. Esta Adoración fue guiada por las reflexiones del Pbro. Eduardo Perez dal Lago sobre la acción del Espiritu Santo en nuestras vidas y concluyó con una imposición del Santisimo Sacramento sobre los asistentes. Después de esto dos muchachos de la Fraternidad dieron su testimonio de Resurrección donde compartieron con todos, con coraje y
sinceridad, el sufrimiento de los años pasados y la alegría de haber encontrado un sentido nuevo en sus vidas. Inmediatamente después se dio inicio a la Celebración Eucarística que presidió Monseñor O.D. Sarlinga y concelebraron 10 sacerdotes de diversas diócesis.

Durante la Santa Misa 10 jóvenes de la Comunidad recibieron el Sacramento de la Confirmación y dos de ellos su Primera Comunión. En la homilía Monseñor Sarlinga recordó los dones del Espiritu Santo, de quien subrayó que no es una “energía” sino una Persona, que le da el Alma a la Iglesia. Y que sin Él la Iglesia sería una estructura sin alma. Finalizó citando felizmente a Santo Tomas de Aquino y a San Juan de la Cruz para referir la acción del Espíritu Santo en las pasiones y en las “profundas cavernas del pensamiento” respectivamente. Después de la Santa Misa se sirvió una merienda y se volvió a reunir toda esta inmensa familia en el gran tinglado que cobijaba al escenario para asistir a la puesta en escena del recital musical sobre la parabola del “Hijo Prodigo”. Los muchachos de la Fraternidad tuvieron oportunidad así de testimoniar bailando, cantando, superando sus miedos y timidez el encuentro con Aquel que es solo Misericordia.

JORNADAS DEL CLERO DE ZÁRATE-CAMPANA

Los días 2 y 3 de junio tuvieron lugar las tradicionales Jornadas del Clero de la diócesis, con la presencia del Sr. Obispo Mons. Oscar D. Sarlinga y los siguientes sacerdotes: Edgardo Galuppo, Tomás Llorente Martínez, msf, Santiago Herrera, Justo Rodríguez Gallego, Marcelo Monteagudo, Ariel Pérez, Mario Medina, Nestor Villa, Eduardo Mussato, Oscar Iglesias, Ariel Guzmán, Fernando Crevatín, Ariel Penin, Jorge Ritacco, Walberto Morales, Benjamín Pereira, Joaquín Ocampo (DJ), Leonardo Demmel (Prelatura del Opus Dei), Hugo Lovatto, Lucas Martínez, Mauricio Aracena, Wilson Lopes Gomes, Santiago Whelan (SAC), Gabriel Michelli, José Luis (msf), Luis Grassi, Iván Pertine (Sociedad de San Juan), Guillermo Striebeck (Sociedad de San Juan), Eduardo Carrozo, Albino Cabral, Pablo Castelnovo, Francisco (DJ), Israel (DJ), Pablo Iriarte, Daniel Bevilacqua, Darío Celestre, Hugo Acuña, Hernán Chavez, Atilio Rosatte, Osvaldo Montferrand, José R. de la Villa, Gustavo Páez (Prelatura del Opus Dei), Fabián Barrera (CM), Rafael Carli (CM).


Durante las Jornadas se dio vista y se escucharon los últimos comentarios y sugerencias, luego de trabajo en grupo por parte de los sacerdotes, del PLAN PASTORAL de la diócesis, que ha sido fruto de la consulta a todos los organismos diocesanos, a los decanatos (y, por medio de éstos, a las parroquias con sus diversos grupos parroquiales) y especialmente al Consejo pastoral, también a las asociaciones y movimientos, habiéndose recibido una destacable contribución de parte de sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos y grupos apostólicos. El proceso final de redacción del PLAN PASTORAL (cuya primera preparación comenzó en la primera Jornada del Clero de 2006) duró un año, a partir de la última ronda de consultas que efectuó el Sr. Obispo con carta del 8 de abril de 2008.

Wednesday, June 03, 2009

VISITA PASTORAL AL PARTIDO DE BARADERO


El domingo 24, en la Solemnidad de la Ascensión del Señor, el Sr. Obispo Mons. Oscar D. Sarlina realizó una nueva visita pastoral a la ciudad de Baradero, habiendo comenzado a las 9.30 en la parroquia de Nuestra Señora de Luján, de la cual es administrador parroquial el Pbro. Gastón Dedyn, y capellán externo, Mons. Roberto Amondaráin. Cabe destacar que el Pbro. Gastón Dedyn es Cura párroco de la parroquia de Santiago Apóstol, la más antigua de la ciudad (y de la Provincia de Buenos Aires).


El Obispo comenzó con la recepción y escucha de distintos miembros de la comunidad, pertenecientes a instituciones parroquiales, asociaciones y movimientos. A continuación celebró la eucaristía, a las 11, acompañado por el Pbro. Dedyn, celebración en la cual tuvo lugar el bautismo de un adulto, cuya madrina es su propia esposa y testigo su propia hija.


Por la tarde el Obispo retomó la atención de los fieles a las 14.15, hasta las 17.15, hora en que junto con el Pbro. Dedyn partieron a la localidad de Ireneo Portela (de 449 habitantes, según el INDEC, 2001), que cuenta con una hermosa capilla dedicada al Santísimo Nombre de Jesús (y que ha sido restaurada, así como la casa cural). El pueblo recibe su nombre en honor al Doctor Irineo Portela (15 de Julio de 1802) quien se destacara en la lucha contra la epidemia de escarlatina de 1836. Fue médico cirujano, profesor y legislador.

En la localidad, en previsión de la visita del Obispo, el cura párroco había previsto una misión especial a cargo de las señoras de la Legión de María (de la parroquia de Ntra. Sra. de Luján). También allí el Obispo celebró la misa, con el templo colmado, y notable presencia de catequistas, niños de preparación a la primera comunión y algunos que se preparan para la confirmación.


A continuación Mons. Sarlinga y el Pbro. Gastón Dedyn se dirigieron a Baradero (centro) donde tuvo lugar la tercera celebración de la misa, vespertina, de 19, en el templo de Santiago Apóstol, también colmado de fieles.