50mo. aniversario de la capilla Jesús Obrero en Pilar, Dioc. Zárate-Campana |
El sábado 9 de julio a las 18 tuvo lugar la celebración eucarística en la capilla de "Jesús Obrero", perteneciente a la jurisdicción parroquial de Nuestra Señora de las Gracias, en el 50mo aniversario de la creación de dicha capilla, de estilo clásico, amplia, luminosa, con buenas instalaciones pastorales, que fue la primera iglesia fuera del templo de la parroquia matriz (Nuestra Señora del Pilar) erigida en el partido homónimo. Esta celebración fue emblemática porque, cincuenta años atrás, el actual partido de Pilar (de actuales 300.000 habitantes) era apenas un pueblo pequeño y la zona de la actual capilla poco menos que un descampado en las afueras, lo que en su momento significó una avanzada de la misión casi en zona rural, habiéndose celebrado la primera misa allí en 1961.
El Obispo Mons. Oscar Sarlinga acudió a la celebración, de la que participaron el cura párroco, Pbro. Fernando Crevatin, el decano de Pilar, Pbro. Oscar Iglesias y Mons. Ariel Pérez (primer cura párroco de la jurisdicción de Ntra. Sra. de las Gracias).
La comunidad barrial (actualmente el barrio se llama “Villa Verde”) estaba exultante, había preparado muy bien la celebración y los actos posteriores, manifestándose la presencia de los primeros catequistas del lugar y primeros misioneros, el primer grupo juvenil y numerosos fieles. Antes de la misa se tuvo un cortometraje preparado a los efectos con la historia vivida de estos 50 años como comunidad católica. Se recordó a los Padres del Verbo Divino, a distintos sacerdotes que prestaron su servicio en esa zona, y en la capilla, y a las Hnas. Franciscanas de la Madre del Divino Pastor (algunas de las cuales estaban presentes), así como también cómo fue promovida la evangelización desde la parroquia matriz, Nuestra Señora del Pilar. Mons. Oscar Sarlinga hizo referencia a todo ello en la homilía, relacionándolo con el efecto siempre eficaz de la siembra de la Palabra de Dios y con el Plan pastoral diocesano, en lo referente a fomentar una espiritualidad de la comunión para la misión, puesto que esta última perdería toda fuerza si no se hace en comunión con el Obispo y con la Iglesia, así como potenciar el apostolado laical hacia dentro de la comunidad eclesial y las iniciativas de presencia pública de nuestros laicos. En la celebración eucarística estuvo presente el "Coro Municipal" de Pilar, el cual tuvo una destacada actuación.
Luego de la celebración eucarística los participantes tuvieron un encuentro comunitario, que duró cerca de tres horas, en el que el cura párroco del lugar, Pbro. Fernando Crevatin, solicitó escuchar los testimonios directos de feligreses, agentes pastorales y sacerdotes, en un arco de tiempo desde los años '60 hasta la actualidad, lo cual se hizo con espontaneidad y con valor pastoral y hasta histórico. Mons. Sarlinga y los sacerdotes permanecieron hasta el final, y se trató de un fraterno encuentro que motivó a todos a la continuación de la misión. Particular interés adquirió el testimonio de los entonces jóvenes misioneros de la Gran misión de Pilar de 1983.
Cabe destacar que la capilla fue construida con el esfuerzo real del pueblo del lugar, de lo cual se recibieron también diversos testimonios verbales, que manifestaron el amor de la gente del lugar por ese centro pastoral, el cual, aunque no fue hecho en su momento sede de parroquia, sigue manteniendo una irradiación evangelizadora. Al término de la ceremonia se le presentó al Obispo el "libro del oro" del cincuentenario para su mensaje y firma, luego de lo cual dejaron su mensaje los sacerdotes presentes y el libro fue transmitido de uno en uno de los participantes del encuentro posterior, quienes dejaron sus impresiones, su mensaje y su firma.
Referencia fue hecha también al Plan Pastoral diocesano, precisamente en el punto I (“El camino pastoral recorrido nos orienta y nos allana el camino por recorrer”) n. 8, cuando habla de la “Aplicación de la dimensión misionera de toda la Pastoral en las parroquias y en los decanatos” puesto que las capillas en tanto centros de culto, catequesis, misión, caridad institucional, promueven y suscitan la mentada “pastoral misionera en nuestras parroquias, con la aspiración de vivir (parroquias, movimientos y asociaciones de fieles) en «estado de misión», lo cual significa, por un lado, que todas las actividades pastorales poseen una dimensión misional y misionera en sí (…, y por otro lado, que las parroquias, e incluso los decanatos, han de realizar «gestos» misionales concretos, tales como son, por ejemplo, las misiones populares o las misiones juveniles”.
El Obispo Mons. Oscar Sarlinga acudió a la celebración, de la que participaron el cura párroco, Pbro. Fernando Crevatin, el decano de Pilar, Pbro. Oscar Iglesias y Mons. Ariel Pérez (primer cura párroco de la jurisdicción de Ntra. Sra. de las Gracias).
La comunidad barrial (actualmente el barrio se llama “Villa Verde”) estaba exultante, había preparado muy bien la celebración y los actos posteriores, manifestándose la presencia de los primeros catequistas del lugar y primeros misioneros, el primer grupo juvenil y numerosos fieles. Antes de la misa se tuvo un cortometraje preparado a los efectos con la historia vivida de estos 50 años como comunidad católica. Se recordó a los Padres del Verbo Divino, a distintos sacerdotes que prestaron su servicio en esa zona, y en la capilla, y a las Hnas. Franciscanas de la Madre del Divino Pastor (algunas de las cuales estaban presentes), así como también cómo fue promovida la evangelización desde la parroquia matriz, Nuestra Señora del Pilar. Mons. Oscar Sarlinga hizo referencia a todo ello en la homilía, relacionándolo con el efecto siempre eficaz de la siembra de la Palabra de Dios y con el Plan pastoral diocesano, en lo referente a fomentar una espiritualidad de la comunión para la misión, puesto que esta última perdería toda fuerza si no se hace en comunión con el Obispo y con la Iglesia, así como potenciar el apostolado laical hacia dentro de la comunidad eclesial y las iniciativas de presencia pública de nuestros laicos. En la celebración eucarística estuvo presente el "Coro Municipal" de Pilar, el cual tuvo una destacada actuación.
Luego de la celebración eucarística los participantes tuvieron un encuentro comunitario, que duró cerca de tres horas, en el que el cura párroco del lugar, Pbro. Fernando Crevatin, solicitó escuchar los testimonios directos de feligreses, agentes pastorales y sacerdotes, en un arco de tiempo desde los años '60 hasta la actualidad, lo cual se hizo con espontaneidad y con valor pastoral y hasta histórico. Mons. Sarlinga y los sacerdotes permanecieron hasta el final, y se trató de un fraterno encuentro que motivó a todos a la continuación de la misión. Particular interés adquirió el testimonio de los entonces jóvenes misioneros de la Gran misión de Pilar de 1983.
Cabe destacar que la capilla fue construida con el esfuerzo real del pueblo del lugar, de lo cual se recibieron también diversos testimonios verbales, que manifestaron el amor de la gente del lugar por ese centro pastoral, el cual, aunque no fue hecho en su momento sede de parroquia, sigue manteniendo una irradiación evangelizadora. Al término de la ceremonia se le presentó al Obispo el "libro del oro" del cincuentenario para su mensaje y firma, luego de lo cual dejaron su mensaje los sacerdotes presentes y el libro fue transmitido de uno en uno de los participantes del encuentro posterior, quienes dejaron sus impresiones, su mensaje y su firma.
Referencia fue hecha también al Plan Pastoral diocesano, precisamente en el punto I (“El camino pastoral recorrido nos orienta y nos allana el camino por recorrer”) n. 8, cuando habla de la “Aplicación de la dimensión misionera de toda la Pastoral en las parroquias y en los decanatos” puesto que las capillas en tanto centros de culto, catequesis, misión, caridad institucional, promueven y suscitan la mentada “pastoral misionera en nuestras parroquias, con la aspiración de vivir (parroquias, movimientos y asociaciones de fieles) en «estado de misión», lo cual significa, por un lado, que todas las actividades pastorales poseen una dimensión misional y misionera en sí (…, y por otro lado, que las parroquias, e incluso los decanatos, han de realizar «gestos» misionales concretos, tales como son, por ejemplo, las misiones populares o las misiones juveniles”.
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