PENTECOSTÉS EN LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA
La solemnidad de Pentecostés se celebra con una creciente participación en nuestra diócesis de Zárate-Campana, en especial participación de jóvenes. Las vigilias de oración de jóvenes, en preparación a la Misión 2012 y a la apertura del Año de la Fe, la celebración del sacramento de la confirmación, efusión del Espíritu Santo, en parroquias y en centros de asociaciones de fieles, los retiros de jornadas (este fin de semana, el de mujeres) y muchas otras manifestaciones de piedad, oración, actividades apostólicas se realizan como fruto de la Eucaristía, de la comunión y misionariedad, ejes de nuestro Plan Pastoral.
Junto con la carta del P. Hugo Lovatto, delegado para la pastoral de Juventud, y las parroquias que han transmitido a la oficina informática la realización de las vigilias, compartimos que el día sábado 26 el Obispo celebrará confirmaciones en la iglesia catedral de Santa Florentina (en turnos de 17 y 19) y el Domingo de Pentecostés, a las 11, en la parroquia de San Manuel, Mártir, en La Lonja (Pilar). El mismo día domingo a las 15 se tendrá la misa de Pentecostés en el “Cenácolo” en Exaltación de la Cruz-Pilar, con confirmaciones, y más por la tarde, a las 17, multitudinarias confirmaciones en Los Cardales (partido de Exaltación de la Cruz). El día lunes 28 Mons. Oscar Sarlinga concurrirá a la parroquia de “María de Nazaret” en Zárate, donde confirmará a jóvenes y adultos de la parroquia homónima y también a los de “Nuestra Señora de Luján” del barrio de Villa Massoni, también de Zárate, quienes se unirán al grupo de confirmandos de María de Nazaret.
VIGILIA DE PENTECOSTÉS. DIÓCESIS ZÁRATE-CAMPANA
Queridos Jóvenes,
En esta Vigilia de Pentecostés unimos nuestros corazones y nuestras voces a la de nuestro Obispo y toda la comunidad diocesana para decir:
"Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor".
El Santo Padre Benedicto XVI les decía a los Jóvenes con ocasión de la Jornada mundial de la Juventud 2008 bajo el lema:"Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos», que "para comprender la misión de la Iglesia hemos de regresar al Cenáculo donde los discípulos permanecían juntos (cf. Lc 24, 49), rezando con María, la «Madre», a la espera del Espíritu prometido. Toda comunidad cristiana tiene que inspirarse constantemente en este icono de la Iglesia naciente".
Hoy nuestra Diócesis es un "gran Cenáculo". Muchos jóvenes reunidos con sus Pastores y comunidades estaremos suplicando el Don del Espíritu Santo prometido. Vigilias de oración se multiplican por muchas parroquias (Catedral sta. Florentina, Campana; parroquia de la Natividad del Señor y San Juan de la Cruz, Escobar; Inmaculada Concepción, Maquinista. Savio; Santiago Apóstol, Baradero; San Patricio, San Antonio de Areco; Ntra. Sra. del Carmen de Zárate y Campana; Ntra. Sra. del Pilar, Pilar; Sta. Rosa de Lima, M. Alberti; y tantas otras.
Pidamos al Señor que la "común-oración" sea el fundamento de nuestra "común-misión" (El Espíritu de Comunión es la base de la misionariedad, cf. Plan Pastoral 11)
Con la alegre espera de encontrarnos en la Misión juvenil Diocesana, los saludo con afecto en nombre propio y de la Delegación de Juventud.
P.Hugo Lovatto-
PENTECOSTÉS EN PARROQUIAS DE LA DIÓCESIS
Pentecostés en la partroquia de Baradero |
Pentecostés en la Cocatedral |
Pentecostés en la partroquia de Maquinista Savio |
Pentecostés en la partroquia de San Juan de la Cruz - Escobar |
Pentecostés en la partroquia de San Patricio - San Antonio |
Pentecostés en la partroquia de Pilar |
Pentecostés en la partroquia Nta. Sra. del Carmen en Zarate |
PENTECOSTÉS
La Promesa del Espíritu Santo
Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17). Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).
Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).
Explicación de la fiesta:
Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas. En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban. Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal. ¿Quién es el Espírtu Santo? El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús. Señales del Espíritu Santo: El viento, el fuego, la paloma. Estos símbolos nos revelan los poderes que el Espíritu Santo nos da: El viento es una fuerza invisible pero real. Así es el Espíritu Santo. El fuego es un elemento que limpia. Por ejemplo, se prende fuego al terreno para quitarle las malas hierbas y poder sembrar buenas semillas. En los laboratorios médicos para purificar a los instrumentos se les prende fuego. El Espíritu Santo es una fuerza invisible y poderosa que habita en nosotros y nos purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor. Nombres del Espíritu Santo. El Espíritu Santo ha recibido varios nombres a lo largo del nuevo Testamento: el Espíritu de verdad, el Abogado, el Paráclito, el Consolador, el Santificador. Misión del Espíritu Santo:
• El Espíritu Santo es santificador: Para que el Espíritu Santo logre cumplir con su función, necesitamos entregarnos totalmente a Él y dejarnos conducir dócilmente por sus inspiraciones para que pueda perfeccionarnos y crecer todos los días en la santidad.
• El Espíritu Santo mora en nosotros: En San Juan 14, 16, encontramos la siguiente frase: “Yo rogaré al Padre y les dará otro abogado que estará con ustedes para siempre”. También, en I Corintios 3. 16 dice: “¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en ustedes?”. Es por esta razón que debemos respetar nuestro cuerpo y nuestra alma. Está en nosotros para obrar porque es “dador de vida” y es el amor. Esta aceptación está condicionada a nuestra aceptación y libre colaboración. Si nos entregamos a su acción amorosa y santificadora, hará maravillas en nosotros.
• El Espíritu Santo ora en nosotros: Necesitamos de un gran silencio interior y de una profunda pobreza espiritual para pedir que ore en nosotros el Espíritu Santo. Dejar que Dios ore en nosotros siendo dóciles al Espíritu. Dios interviene para bien de los que le aman.
• El Espíritu Santo nos lleva a la verdad plena, nos fortalece para que podamos ser testigos del Señor, nos muestra la maravillosa riqueza del mensaje cristiano, nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe y de creciente esperanza. El Espíritu Santo y la Iglesia: Desde la fundación de la Iglesia el día de Pentecostés, el Espíritu Santo es quien la construye, anima y santifica, le da vida y unidad y la enriquece con sus dones. El Espíritu Santo sigue trabajando en la Iglesia de muchas maneras distintas, inspirando, motivando e impulsando a los cristianos, en forma individual o como Iglesia entera, al proclamar la Buena Nueva de Jesús. Por ejemplo, puede inspirar al Papa a dar un mensaje importante a la humanidad; inspirar al obispo de una diócesis para promover un apostolado; etc. El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesucristo. El Espíritu Santo construye, santifica y da vida y unidad a la Iglesia. El Espíritu Santo tiene el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por nosotros, no realizaríamos. Esto lo hace a través de sus siete dones. Los siete dones del Espíritu Santo: Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.
• SABIDURÍA: Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder juzgarlas rectamente.
• ENTENDIMIENTO: Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a entender el por qué de las cosas que nos manda Dios.
• CIENCIA: Hace capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo con su fin sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.
• CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino del bien.
• FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no caer en las tentaciones que nos ponga el demonio.
• PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.
• TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a disgustar a Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como la persona más importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él. Oración al Espíritu Santo Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu Creador y se renovará la faz de la tierra. OH Dios, que quisiste ilustrar los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, obremos rectamente y gocemos de tu consuelo.
Por Jesucristo, nuestro Señor
Por Jesucristo, nuestro Señor
Amén.